miércoles, 23 de mayo de 2018

La historia de Edgar

 Eran las siete y media de la mañana cuando Edgar entró al colegio como todos los días, para el, era solo un día más, primero tendría matemática, luego caligrafía y finalmente química, Pero al llegar las diez de la mañana, su madre lo retiró del colegio, cuando en realidad, se debería ir a las doce. Mientras caminaban hacia su casa Edgar le preguntó a su madre:
-¿Que pasó?
Su madre, Ela, luego de un largo suspiro dijo:
-Tu padre irá a la guerra
 A Edgar no le salían palabras, y luego de un largo silencio abrazó a su madre y comenzó a llorar.
 Unos meses después, Edgar, con catorce años, consiguió su primer empleo como ayudante de un maestro armero, él se encargaba de conseguir o fabricar las piezas para reparar las armas, su jefe le daba dinero para comprar las piezas y su sueldo eran los vueltos o propinas que recibía.
 Todos los días, Edgar y Ela, esperaban recibir una carta de su padre o marido que estaba en la guerra, y aunque nunca habían recibido una, seguían queriendo. Un día de diciembre Ela recibió una carta y la abrió con mucha ilusión, desafortunadamente, no era lo que ella esperaba, pero de todas maneras era algo bueno: la habían contratado en un hospital ya que ella era partera, pero había un pequeño problema ya que debería trabajar de noche, de todas maneras, lo aceptó.
 Era lunes y Edgar fue a trabajar como siempre, cuando llegó su jefe le dijo:
-¿quien sos?
-Soy yo, Edgar
-Perdón, pensé que era un ladrón...pasá.
 Edgar pensó "está viejo, no debe ver muy bien" y continuó con su trabajo.
 Semanas después se repitió la situación pero Edgar reaccionó igual que a vez anterior. A medida que pasaba el tiempo la situación se repetía con frecuencia y el viejo era cada vez más agresivo. Edgar comenzó a notar que ya no era solo un problema de la vista, sinó que era también mental.
 Un día, cuando Edgar ya tenía quince años fue a trabajar y nuevamente su jefe no lo reconoció, pero además, estaba convencido de que Edgar era un ladrón, cuando el joven notó esto comenzó a correr tan rápido como pudo y el viejo agarró un arma y lo siguió gritando "¡ladrón!", primero pasaron por la puerta de un restaurante, luego por una plaza y finalmente Edgar consiguió esconderse en un cementerio. Permaneció allí hasta notar que el viejo ya se había ido. Al día siguiente Edgar, después del colegio, como había notado una actitud un poco extraña por parte algunos de sus compañeros, salió a la calle a caminar y pasó por la puerta de un almacén, quiso entrar a comprar un bebida pero le cerraron la puerta en la cara.
 Pasaron cuatro días y a Ela la despidieron del trabajo por ser "la madre de un ladrón". Edgar no había robado nada pero todos conocían al maestro armero y confiaban en él. Una semana después se mudaron de Washington que era donde siempre habían vivido hacia Oregon.
 Pasó un mes y Edgar había conseguido trabajo como barbero y su madre como enfermera. A Edgar le gustaba su trabajo le hacía acordar a su padre que era barbero.
 Pasaron cinco años y entró a trabajar con él un hombre de unos cuarenta y cinco años, al poco tiempo ya se llevaban bien y disfrutaban juntos hacer ese trabajo.
 Pasaron dos años más y los dos compañeros de trabajo se juntaron a tomar algo y a charlar. Hablaron y rieron durante un largo rato hasta que a Edgar se le ocurrió preguntarle de donde venía y que hacía antes de trabajar como barbero.   Después de un corto silencio le respondió:
-Estuve en la primera guerra mundial, un día me notificaron que tendría que ir a combatir y no tuve opción, a mi familia casi no la recuerdo, luego de la guerra olvide gran parte de mi pasado. Apenas recuerdo mi infancia.
-Mi padre también fue a la guerra yo tenía trece años cundo se fue y me cuido mi madre, en esa época viviamos en Washington pero por un inconveniente nos mudamos hacia Oregon.
 Inmediatamente, el hombre mayor, Malcom recordó a su esposa e hijo.
-¿De que trabaja tu mamá? Preguntó Malcom
-Ahora es enfermera pero antes era partera.
  Se miraron a los ojos por unos segundos y se reconocieron, se dieron cuenta quienes eran.

1 comentario: